Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2014

"agua"

Este es el título de mi última novela, que hoy, al fin, ha llegado a mis manos.            "Una de las características de la sequía es que se desarolla de manera paulatina a lo largo del tiempo, para explayarse al fin, con graves consecuencias. Pero ¿Qué es lo que ocurriría si una extrema aridez apareciese de forma súbita.   El clima ha cambiado. Una poco común inclinación de la tierra, debido supuestamente a un "soplido cósmico", ha hecho que esto sea posible.   Los protagonistas de este relato se ven sumidos en una lucha constante de lograr el ansiado bien que tanto escasea en el entorno". Este libro nos lleva a una pregunta; ¿Cómo reaccionarías si al accionar la maneta del grifo de tu casa, un día sí y otro también, no saliera una miserable gota de agua...?   En la actualidad, inmersos de lleno en una crisis económica sin igual, sigo sufriendo tal y como cuando comencé con toda esta aventura, de sus consecuencias. Me encuentro, como entonce

A punto de concluir una etapa de mi camino

En la actualidad se sigue hablando con mucha insistencia aún de la crisis galopante que cabalga sobre nuestras espaldas. Quien más o quien menos la ha sufrido en sus propias carnes o la conoce por la experiencia de alguien cercano. Sin embargo, uno no sabe lo que es la verdadera perfidia de esta realidad, hasta que un día descubres que no tienes ninguna clase de ingresos. Para mí, esta es la verdadera crisis. En su día, allá por el año dos mil once, esto que cuento, fue lo que me ocurrió a mí. Joven, con estudios, dos años de paro consumiéndose y cada día más asqueado de este mercado laboral tan insustancial. Un panorama desolador se me presentaba, como a tantos otros. Sin embargo, decidí obviar, o por lo menos que no me afectaran tanto las circunstancias imperantes para luchar por una idea que paulatinamente ya fue formándose en los meses, tal vez años, anteriores a tal escenario. Quizás fuera una oportunidad. Se hablaba tanto de ello... Como ya sabéis. Desconocedor,

Valerio. Un peculiar escritor vecino de Haro

Hoy os quiero contar una historia un tanto singular. Esta vez, para variar, no ha sido tocando puertas ni buscando lectores por algún barrio de alguna que otra ciudad. Sin embargo, la casualidad quiso que un día conociera a un escritor vecino de la localidad donde resido. Valerio es un señor, amante de la vida  y poeta, que recoge sus pensamientos siempre en versos. Supe de él cuando recibí un libro suyo de manos de mi pareja. Él es abierto, jovial, entrañable y amigo de sus amigos. En una ocasión, sabiendo yo de él y sabiendo él de mí, decidimos conocernos para intercambiar obras y conocer de primera mano nuestros relatos. - Tengo un amigo en Vitoria- me dijo en aquella ocasión- que te conoce porque un día tocaste su puerta y tras una agradable charla te cogió el libro "Soy un gusano". No puedo reprimir la sonrisa que se forma en mi rostro cuando oigo algo semejante. Al parecer, mi proceder va surtiendo el efecto deseado.  Dos obras de Valerio Lo curioso de Va

Anécdotas del puerta a puerta (14)

- Villamediana Esto me ocurrió hace unas cuantas semanas ya. Rondaban las dos y cuarto de una mañana soleada, cuando en una de éstas, me abre la puerta un señor cano. Después de presentarme como promotor de la primera de mis obras, el hombre hace ademán de no haber entendido bien y me hace repetir mi presentación. Luego de ello y tras mi nueva explicación, se muestra interesado. Es más, Miguel Ángel Gordejuela me comenta que él también es escritor. Le sigo explicando mi proceder. Se muestra aún más interesado y de pronto surge la siguiente pregunta. - ¿Tienes prisa? - Bueno-, le digo- después de terminar con este portal me iba a ir comer. - ¿Dónde?- inquiere. - Pues..., a una cafetería de por ahí- le digo sorprendido por el derrotero imprevisto de la conversación. - ¡Ah no!- me dice-. Te quedas a comer conmigo que te invito. Además ahora mismo me iba a sentar a la mesa. - No, no no... no quiero importunar. - Que no molestas, además, qué menos que invitar a comer a un compañ