Quizá sea una búsqueda de ayuda. Una llamada al mundo. Un decir, aquí estoy. O quizá resulte perseguir un sueño. O una mera pretensión de disfrutar un camino por descubrir.
Cuando la vida te dice por aquí no hay camino, llega el momento de reflexionar.
Ante un profundo temporal insistente, hoy he decidido refugiarme en mi sitio y escribo. Lo hago durante horas. Aprendo. Fallo. Corrijo. Aprendiendo pero siempre escribiendo. Inmerso profundamente en un nuevo sueño; objetivo; meta. Una quinta obra está en marcha.
Tres años y cuatro meses de búsqueda insistente de lectores, hoy me llega una mueca de satisfacción al rostro al recordar unas últimas anécdotas encontradas:
- Sergio- me dice Cristina de Vitoria- me leí tu primera obra y quiero las tres siguientes.
O quizá esta otra:
- Escuché tu entrevista en la radio. Me gustó. Te presentaste hace dos años con tu primera novela. Me acordé de ti. Quiero que también me dediques esta última.
Los "noes" acumulados en aquel día volvieron a caer. La carga fue menos pesada.
Estos 5235 apoyos recibidos me empujan a continuar hacia adelante.
También, recuerdo, recibo algún mail.
"¿Cómo puedo conseguir tu último libro?" me pregunta un lector interesado.
También otro mail, esta vez de una librería; "necesitamos libros tuyos"...
Parece que se ve la luz, me digo.
Pero no es suficiente. No me he alejado lo suficiente de aquella situación tan denigrante que supone quedarte sin empleo.
Hoy recibo, afortunadamente, más ayuda que cuando comencé allá por octubre del 2011.
Aunque las críticas encontradas son muy buenas, buenas y no tan buenas, sigo pensando en continuar escribiendo, rondar calles y llamar a las puertas para quedarme tan solo con lo que me ayuda para poder continuar.
Yo no sé si seré algún día un escritor de renombre. No obstante, cada día que pasa escucho con más fuerza e insistencia, Sergio, este es el camino. No hay duda.
La situación me dijo no. Por aquí no.
Fue ahí cuando me senté. Reflexioné y decidí moverme hacia un viaje sin retorno. Quizá un objetivo de vida.
Abrirse camino es difícil, sí. Pero no imposible.
Queda aún tanto camino por recorrer...
Cuando la vida te dice por aquí no hay camino, llega el momento de reflexionar.
Ante un profundo temporal insistente, hoy he decidido refugiarme en mi sitio y escribo. Lo hago durante horas. Aprendo. Fallo. Corrijo. Aprendiendo pero siempre escribiendo. Inmerso profundamente en un nuevo sueño; objetivo; meta. Una quinta obra está en marcha.
Tres años y cuatro meses de búsqueda insistente de lectores, hoy me llega una mueca de satisfacción al rostro al recordar unas últimas anécdotas encontradas:
- Sergio- me dice Cristina de Vitoria- me leí tu primera obra y quiero las tres siguientes.
O quizá esta otra:
- Escuché tu entrevista en la radio. Me gustó. Te presentaste hace dos años con tu primera novela. Me acordé de ti. Quiero que también me dediques esta última.
Los "noes" acumulados en aquel día volvieron a caer. La carga fue menos pesada.
Estos 5235 apoyos recibidos me empujan a continuar hacia adelante.
También, recuerdo, recibo algún mail.
"¿Cómo puedo conseguir tu último libro?" me pregunta un lector interesado.
También otro mail, esta vez de una librería; "necesitamos libros tuyos"...
Parece que se ve la luz, me digo.
Pero no es suficiente. No me he alejado lo suficiente de aquella situación tan denigrante que supone quedarte sin empleo.
Hoy recibo, afortunadamente, más ayuda que cuando comencé allá por octubre del 2011.
Aunque las críticas encontradas son muy buenas, buenas y no tan buenas, sigo pensando en continuar escribiendo, rondar calles y llamar a las puertas para quedarme tan solo con lo que me ayuda para poder continuar.
Yo no sé si seré algún día un escritor de renombre. No obstante, cada día que pasa escucho con más fuerza e insistencia, Sergio, este es el camino. No hay duda.
La situación me dijo no. Por aquí no.
Fue ahí cuando me senté. Reflexioné y decidí moverme hacia un viaje sin retorno. Quizá un objetivo de vida.
Abrirse camino es difícil, sí. Pero no imposible.
Queda aún tanto camino por recorrer...
"Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar".
A. Machado
Comentarios
Publicar un comentario