Hoy quiero hacer mención a dos últimos lectores que me han hecho llegar sus palabras tras la lectura de mi sexta y última publicación
"¿Y por qué no?"
No lo hago normalmente, pero,
¿por qué no dar mayor protagonismo a todas esas personas que saben valorar
este peculiar esfuerzo?
"Buenos días Sergio,
Recibí tu agradable visita hace ya unos días en Logroño.
Te envío este correo, para animarte a seguir escribiendo (lo poco que he conseguido leer me gusta) y desear que, como tú mismo comentas en una de tus historias, acabes siendo conocido por el contenido de tu obra y no por el continente (la manera de darte a conocer).
Como digo he leído poco, he conseguido arañar unos minutos a mi quehacer diario de "amo de casa" y cuidador de una cachorrita de perro.
Cuando finalice "¿Y por qué no?", quiero leer "soy un gusano" y empezar por el principio.
Aunque no quiero incidir en la forma de dar a conocer tu gran esfuerzo, si quiero decirte que, al igual que a un cachorro la palabra que más se le repite en el adiestramiento es "NO" (estoy ahora en ello), se sabe que es una inversión con un alto interés a largo plazo... tarde o temprano se convierte en SI,SI,SI.
Me gusta mucho la forma de "diario" con la que has enfocado ¿Y por qué no?. Plasmas con una gran habilidad (que envidio) esa lucha ilusionante en dar a conocer tu obra.
Como te dije, para mí ha sido todo un lujo conocer al autor de un buen libro y compartir, aunque brevemente, un ratito de tu vida.
Cuando lea más y tenga elementos de discusión para poder mantener una charla acerca de tu obra, contactaré contigo y dentro de "nuestras apretadas agendas" seguro que encontramos un hueco para pasar un rato hablando de algo que me apasiona "la literatura".
Ánimo.
Gracias por llamar a mi puerta.
Ángel"
Al día siguiente recibí un segundo mail de Ángel:
"Hola Sergio, hace un cuarto de hora he concluido la lectura del libro que depositaste en mis manos hace unos días.
¿Y por qué no? |
Cuando Logroño despierte (yo llevo unas horas levantado), voy a por "Soy un gusano" disparado. Me encanta tu prosa. Pero ya hablaremos.
He disfrutado con la lectura y a través de ella parece que ya te conozco.
La descripción que cuentas de tu "puerta a puerta", esos sentimientos y esas sensaciones las desarrollas con una naturalidad y una realidad que a veces me parecía que el que tocaba a los timbres, le mordía un perro o le abría la puerta el de la película "Psicosis" de mi admirado Alfred me estaba ocurriendo a mi.Bueno no te doy más "la brasa", que tendrás mucho que escribir.
Como te decía en el correo anterior, no va a ser fácil "librarse de mi".
Ánimo y mucha ilusión.
Ángel - Logroño city"
Ayer también me escribió Estíbaliz:
"No sé si recordarás a una mujer de Pamplona, cuya hija está estudiando periodismo en Madrid, y cuyo sueño es algún día escribir un libro. Esa soy yo.
Tras haberme leído el libro "¿Y por qué no?" no podía quedarme sin escribirte un mensaje. Desde aquí, gracias por haberme entretenido en algún que otro viaje en metro, cuando los días eran más bien grises.
Por otro lado, me ha gustado mucho el concepto de optimismo que el libro muestra, ya que, para mí, el optimismo no es siempre creer que se puede, sino que a pesar de que hay veces en las que no, se siga pensando que algún día se llegará a poder.
Dedicarse hoy en día a la escritura no está valorado, a veces pienso, que a los que nos llena verdaderamente escribir, deberíamos haber nacido en otra época en la que se consideraba importante. Pero, ¿y por qué no traerla de vuelta?
Gente como tú, con ganas de alcanzar sus sueños es la que da sentido a la lucha. Así que, muchas gracias por tu lucha y por inspirarnos a luchar a muchos de nosotros.
Un saludo desde Madrid,
Estíbaliz"
Imaginaos que un buen día abrís el correo y os encontráis con mensajes similares a estos.
Cada vez lo veo más claro. Todo me dice que todo va por el buen camino.
Todo me dice que el hecho de conocer a miles de lectores de primera mano, de haber entablado alguna que otra conversación con ellos y de haber dedicado miles de mis obras, es algo de lo que no quiero prescindir.
Como tampoco quiero prescindir de continuar escribiendo y es por eso que lo hago cada día.
Lo oigo muchas veces y lo vuelvo a decir. Claro que es duro, pero también fascinante observar que aún restan miles de horizontes por descubrir.
Gracias Ángel y Estíbaliz por vuestras palabras de ánimo. No hay duda de que las atesoraré y me regocijaré en ellas cuando este viento que habitualmente sopla en contra, se convierta en tormenta (a veces también ocurre), pero así de impredecible es la vida.
Un fuerte abrazo.
Sucedió en una ocasión que me abrió la puerta una señora. Le expliqué que me promocionaba tocando a los timbres, le hablé de mis libros,
de mis pretensiones y de lo que hasta la fecha había logrado.
Cuando concluí con mi perorata, ella simplemente me dijo:
-¿Qué difícil lo tenéis ahora los jóvenes, verdad?
Solté lo siguiente.
-Señora, créame; quien lo tiene difícil es aquel que cree que no se puede.
"No podía esperar para el éxito,
así que seguí adelante sin él"
Jonathan Winters
Comentarios
Publicar un comentario